Este fin de semana ha sido poco prolijo en fotos, pero no precisamente porque el campo esté “pobre”. Todo lo contrario. Las collalbas grises han aparecido por todos lugares; ha entrado cantidad de curruca carrasqueña; en el cielo se ven patrullando a las culebras y calzadas; había muchísimo milano negro en grupos; el canto del cuco se va generalizando… Ha empezado abril.
Collalba gris |
Anduve por zona de pinares, que siempre son más pobres, pero aún así había mucha vida. Vi grupos de piquituertos y me entretuve viendo al agateador de piña en piña, metiendo su largo pico entre las escamas como si fuese un colibrí.
No es raro que me tope con algún corzo, pero sí es infrecuente tener tantos contactos como este fin de semana. Cuando te los encuentras se suelen quedar parados, mirándote. Lo mejor es disfrutar del momento porque en cuanto intentas levantar la cámara, por muy despacio que lo hagas, salen disparados. Algunos (o muchos) no veía, pero ellos a mí sí. Los oía y de vez en cuando lanzaban un ladrido muy cercano que me retumbaba en el interior y me ponía la sonrisa en la cara. Me encanta esa pequeña inyección de adrenalina.
Corzo |
Cuando eso mismo te pasa con un jabalí (en más de una ocasión me he quedado cara a cara con ellos y antes de salir corriendo también suelen gruñir), la inyección de adrenalina ya no es tan pequeña. Y viendo este rincón, me acordé de algunas noches que sabiendo podían estar me acercaba todo lo silencioso que se puede. Primero los oyes que están ahí, luego viene su fuerte olor, se mosquean y acaban saliendo corriendo, pero es de noche y no ves más que bultos y ramas que se mueven a escasos metros. Toda una experiencia.
Spa jabalinero. Esquina inferior derecha: jacuzzi. Centro izquierda: sala masajes |
En La Mueda destacar la presencia de una garceta grande, un esmerejón y que sigue habiendo grullas, 41 conté. También vi una cigüeña negra en paso.
Bisbita alpino. Aún sigue habiendo alguno aunque su número ha disminuido |
Coincide que es en marzo cuando suelo ver las golondrinas más rojizas. Probablemente sea porque cuando llegan, las miro más, pero pudiera ser que efectivamente, hay más rojizas debido a una diferente alimentación en tierras africanas. No lo tengo claro, así que agradezco cualquier aclaración.
Golondrinas. La del centro destaca por su color rojizo |
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