El haber rememorado en este blog el viaje a Escocia, hizo que este fin de semana un par de especies con las que me topé hiciesen que mi cabeza volase de nuevo a aquellos lugares. La primera fue esta ardilla. Es una especie cada vez más numerosa y fácil de ver. Sin embargo tal y como me la encontré no es habitual. La sorprendí inmóvil, como si estuviese dormida. Aproveché el bullicio de un numeroso grupo de chovas para acercarme un poco y no se inmutó, parecía una estatua. ¡con lo inquietos que son estos bichos!. Al poco se sobresaltó, salió de su sueño ¿?, saltó por las ramas y desapareció.
Y me trajo Escocia a la mente porque allá la ardilla roja es una especie emblemática. Estuvo a punto de desaparecer debido a la intruducción de la ardilla gris. Ahora se la mima y están haciendo una gran campaña por su recuperación.
Se les pone comederos y son toda una atracción para los visitantes.
Se les pone comederos y son toda una atracción para los visitantes.
Los comederos para aves son muy habituales y te los encuentras prácticamente en cualquier lugar y aunque hay específicos para ardillas, aprovecha muy bien los de aves. |
Y curiosamente, nada más desaparecer la ardilla, apareció el ave más frecuente de los comederos: el lúgano. Allí donde había un comedero, o sea en casi cualquier sitio, había un grupillo de lúganos.
Acuden a cualquier tipo de comedero. |
Ya hace días que vi los primeros por aquí. Son uno de nuestros invernantes habituales. No son tímidos y se suelen dejar ver sin problemas (tal vez por lo acostumbrados que están al hombre en sus lugares de reproducción). Les encantan las semillas de los alisos y adoptan posturas acrobáticas para cogerlas. Esta vez se dejaron caer en lo alto de un chopo y se dedicaron a acicalarse.
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