Con la nutria tuve un curioso reencuentro con un jovenzuelo. No la detecté hasta que ya estaba demasiado cerca, así que aún sabiendo que me vería me quedé quieto estatua. Cuando fue a salir a la orilla se topó con mis pies a poco más de un metro. El susto que se dio fue curioso. Me bufó y se zambulló en el agua. Pero en vez de alejarse se quedó ahí mismo escondida en la vegetación y continuó bufándome. Al poco marchó, pero sin parar de chillar. Ya no la veía más pero la estuve escuchando un buen rato.
El reencuentro con el castor también fue con un jovenzuelo y también fue "interesante".
Uhmmmm.... no sé... un poco alto sí que está... |
... venga, va!!! |
Uuuuyyyyy.... que hoooooosti medau!!! |
!Bendita juventud! (que tanto hace disfrutar no sólo el que la padece...)