martes, 27 de marzo de 2012

Mamíferos del finde


¿Cuántas especies de mamíferos de más de 5kg. nos quedan en Europa? La respuesta da vergüenza.
Y a pesar de ser ridículamente pocos ¿quién ha visto todos los de su zona?
Reconozco que cada vez me atraen más y les voy dedicando más tiempo. Tenerlos cerca es toda una sensación.
Este sábado no faltó el corzo, el cual lo tuve muy cerca, pero como comenté en la entrada anterior el click del obturador te delata así que o estás dentro de un hide o muy bien camuflado o se acabó lo que se daba.

Esta corza pastaba tranquilamente. Dudé si sacar foto o quedarme quieto. Apreté el disparador, sonó el click...


... levantó la cabeza y me vió. En estas situaciones hay que elegir: o aguantar inmóvil hasta que te vean, disfrutando del momento o sacar la foto. Afortunadamente me brindan ocasiones para ir haciendo ambas cosas.



También vi un par de veces al castor. Pero es tan sumamente confiado que el mérito de la aproximación se desvanece. El sábado a la tarde paseando con la mujer y la hija decidimos acercamos al río para que viesen sus rastos y su madriguera. Me di cuenta que a pesar de lo poco silenciosos que estábamos siendo él estaba ahí, en mitad del río. Antes de desaparecer dio un  fuerte golpe con la cola en la superficie del agua. Es su señal de alarma y suena igual que si tiras un enorme pedrusco al agua. 



A pesar de lo cerca que lo he tenido no tengo fotos decentes suyas. Procucaré sacarlas y enseñarlas. Sirva ésta como ilustración.





Pero con diferencia el mejor momento me lo proporcionaron las nutrias. Probablemente las mismas que el otro día, ya que las localicé kilómetro y medio aguas abajo del anterior encuentro. Me había acuclillado en la orilla. Apenas empezaba a clarear y la temperatura del agua muy superior a los 2/3ºC del ambiente hacía que sobre la superficie del río se viese el vapor del agua. La estampa era perfecta, sobre esa neblina que emanaba del río asomaba la cabeza de una nutria. Una no, dos. Asomaban como los cetáceos, enseñándome la cabeza y el lomo y en alguan ocasicón el cuerpo entero.  La escena acabó en lo que probablemente fuese una cópula ¿?. No le tengo claro porque no fue algo tranquilo. Yo veía una pelota de dos nutrias juntas y lo que sí les oía eran sus chillos. Tras la escena, una de ellas (el macho ¿?) se subió en una roca y defecó. Desaparecieron hasta que un rato más rato más tarde una de ellas asomó bastante cerca. Venía nadando derechita hacia donde yo estaba. Se paró, me había detectado y decidió no seguir acercándose.


Y lo feliz que vuelvo a casa....




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