jueves, 19 de septiembre de 2013

Visones: paradigma del cambio

De vez en cuando conviene echar la vista atrás para ver con un poco de perspectiva cómo van cambiando las cosas. Aunque dado el ritmo al que se producen tampoco hace falta tomar mucha perspectiva...

Mi relación con el río ha sido siempre muy estrecha, pero el río de mi infancia poco se parece al de ahora. Centrándome en el tema animal, las tres especies que más interés me despiertan ahora, hace unos años (no tantos) ni se me pasaban por la cabeza. Nutria, castor y visón. Tres mamíferos con tres historias completamente diferentes.

La historia de la nutria es una historia de esperanza. La nutria fue abundante en nuestros ríos pero para cuando yo empecé a adentrarme en el mundo animal, ya había desaparecido. Pertenecía, en mi imaginario, a ese grupo de animales casi míticos que ansiabas poder ver "algún día", relegado a los rincones más puros y salvajes de nuestra geografía navarra. Sin embargo, ahora ha vuelto y lo ha hecho con buenas densidades, de tal manera que los que frecuentamos el río de vez en cuando podemos disfrutar con su visión. La he visto jugando, cazando, comiendo, copulando... Un placer inimaginable hace unos años.



Este verano vi mi primer visón americano. No, no os asustéis, no fue en mi zona de campeo. Lo detecté moviéndose por la vegetación. Asomó, me miró...



La segunda historia, la del castor, es una historia de (re)introducción peculiar. La cantidad de especies introducidas por el hombre es enorme. Y en todas el motivo suele ser o económico o de "divertimento". Pero en este caso fue por parte de "los amigos del castor". Con el argumento de que antes estuvo y el deseo de que vuelva. Lo cierto es que en Europa son varios los paises con programas oficiales de reintroducción de esta especie. Hoy en día lo veo en varios sitios pero ahí donde empieza a ser patente su presencia acaba siendo eliminado.




... estimó que yo no era ningún peligro y salió a pecho descubierto.



Y la tercera historia, la del visón, es para nuestra desgracia la más tristemente repetida. El visón europeo es una de las especies de mamíferos más amenazados del Viejo Continente. Hace unos años se descubrieron nuevas poblaciones en Navarra y surgió la esperanza. Parecía que iba colonizando nuevos hábitats y expandiéndose. Pero gracias a la mano del hombre (en este caso de la industria peletera) ya pulula hace tiempo por la Navarra atlántica el visón americano. Más grande, más adaptable, transmisor de enfermedades... desgraciadamente llamado a ser el sustituto de nuestro autóctono visón europeo.



Si hubiese sido el europeo estaría dando saltos de alegría. Pero evidentemente era el americano...

























En el río de mi infancia ni las truchas, ni los cangrejos, ni las avispas, ni un largo etcétera tenían apellido. No lo necesitaban.
Y es que la especie denominada a sí misma "sapiens" se está llevando al traste siglos de especialización y diferenciación de especies. Favoreciendo a las más adaptables y generalistas y expandiéndolas por todo el mundo. No en vano, algunos, desearía que los más alarmistas, consideran al hombre la causa de la séptima GRAN EXTINCIÓN.
Si fuese así habría una buena noticia: la vida se ha levantado seis veces antes. Y una mala: no sirve de consuelo